Este 1 de septiembre en la Unión Europea entro en vigor una prohibición para producir e importar bombillas incandecentes dentro de los estados que la conforman.
Aunque la restricción no abarca la comercialización de los ya fabricados a esta fecha, se espera que para el año 2020 se mejore notablemente la eficiencia energética en un 20% con respecto al nivel de 1990, con lo que además de ahorrar electricidad se mejorará el medio ambiente ya que su uso disminuirá la demanda de energía eléctrica que a su vez reducirá el consumo de combustibles fosiles para su generación.
