La superficie de la Tierra es calentada por el Sol. Pero aproximadamente el 70% de esta energía es devuelta al espacio. El resto es retenida por los gases que producen el efecto invernadero y la devuelve a la superficie del planeta. El efecto invernadero es un fenómeno natural, pero desde la utilización masiva de combustibles fósiles se ha incrementado, lo que ha afectado el equilibrio que existía.
El vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2) y el gas metano forman una capa en la atmósfera que retiene parte del calor que irradia el sol. Esta capa es lo que mantiene una temperatura que permite la vida en el planeta. De no existir, las variaciones de temperatura serian extremas.
El aumento de los gases de efecto invernadero a causa de la combustión de combustibles fósiles a hecho que la temperatura promedio del planeta aumente. Las consecuencias de este aumento han provocado grandes perdidas humanas y daños materiales; como el Huracán Katrina, en agosto de 2005 y el Fenómeno del Niño. Al aumentar la temperatura aumenta la velocidad del ciclo del agua lo que provoca que las precipitaciones sean más severas y las cequias sean más extremas; el derretimiento de los polos y el aumento del nivel de los océanos, lo que puede provocar que islas y ciudades costeras desaparezcan.
El calentamiento global es un problema que afecta a toda la humanidad y todos los seres vivos, causando perdidas humanas y materiales, es importante tener conciencia de este problema. Debemos disminuir nuestras emisiones de efecto invernadero para poder frenar el calentamiento global. Podremos contribuir con pequeñas acciones que ayudaran, como la utilización de lámparas ahorradoras en lugar de incandescentes, el ahorro de agua, entre otras cosas.